LA OBESIDAD
En la actualidad, uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta la sociedad, afecta, sobre todo, a los países desarrollados y su incidencia está aumentando en todo el mundo. Ya se ha comenzado a considerar la obesidad como un verdadero problema de salud en lugar de considerarla, fundamentalmente, un problema estético,
Se sabe que las formas más acentuadas de obesidad reducen la esperanza de vida, debido a las complicaciones metabólicas y circulatorias que producen. Así, la patología asociada más importante que presenta el obeso mórbido y su frecuencia aproximada es: hipertensión arterial (40%), diabetes mellitus (30%), cardiopatía coronaria (5%); síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) (25%), insuficiencia respiratoria (10%), dislipemia (30%), gota-hiperuricemia (20%) y problemas osteoarticulares (40%), si bien se han descrito otras muchas afecciones relacionadas, cuya enumeración sería demasiado extensa. Pero además, estos pacientes presentan problemas de relación y experimentan un rechazo social que conlleva la pérdida de la autoestima, lo que es especialmente grave en los niños.
La obesidad es consecuencia de una alteración del control del equilibrio que existe entre la energía ingerida y la consumida. Los cambios en la alimentación y los nuevos hábitos y estilos de vida de las sociedades desarrolladas son la causa final de esta enfermedad, ya que el organismo no está capacitado para hacer frente a la excesiva oferta energética y, como se sabe, a la probable influencia de diferentes factores genéticos. El aumento de la ingesta de alimentos apetitosos, ricos en hidratos de carbono y grasas (no olvidemos que la grasa es el vehículo del sabor) y, por otra parte, los hábitos sedentarios cada vez más frecuentes en la sociedad han determinado el alarmante incremento de la incidencia de este problema.
La obesidad usualmente ocurre con el tiempo. El síntoma más obvio es el aumento de peso, pero otros síntomas de la obesidad incluyen:
- Dificultad para dormir
- Roncar
- Dolor en la espalda y/o en las articulaciones
- Sudor excesivo
- Sentir calor siempre
- Sarpullido o infecciones en los dobleces de la piel
- Sentir que te falta el aire con el mínimo esfuerzo
- Sueño durante el día o fatiga
- Depresión
CAUSAS
En la mayoría de las personas, el sobrepeso y la obesidad se producen por falta de balance energético. Para que haya balance energético, la energía que se ingiere en los alimentos debe ser igual a la que se gasta.
La energía que se ingiere es la cantidad de energía o de calorías que se obtiene de los alimentos y bebidas. La energía que se gasta es la cantidad de energía que el cuerpo usa en funciones como respirar, digerir los alimentos y mantenerse activo.
Para mantener un peso saludable, la energía que se ingiere y la que se gasta no tienen que estar exactamente balanceadas todos los días. Lo que sirve para mantener la salud es el balance a lo largo del tiempo.
- Si con el tiempo la energía que se ingiere y la energía que se gasta son iguales, el peso sigue siendo el mismo.
- Si la energía que se ingiere es mayor que la energía que se gasta, al cabo de un tiempo el peso aumenta.
- Si la energía que se gasta es mayor que la energía que se ingiere, al cabo de un tiempo el peso disminuye.
El sobrepeso y la obesidad se presentan con el paso del tiempo cuando usted ingiere más calorías que las que gasta.
TRATAMIENTOS
El éxito del tratamiento de la obesidad depende del interés y entusiasmo del equipo que lo trata y de la cooperación motivada del paciente obeso. La relación médico-paciente es en esta enfermedad más importante que en otras, ya que puede actuar de factor limitante.
El tratamiento médico de la obesidad se basa en la aplicación combinada de las siguientes medidas:
- Reducción de la ingestión de calorías: si la persona se alimenta en exceso, es preciso reducir el aporte calórico para convertir el balance energético de positivo a negativo. Existen múltiples tipos de dietas para adelgazar que han demostrado su eficacia, pero siempre es necesario consultar con un endocrino, para obtener una dieta personalizada.
- Aumento del gasto energético: en los pacientes que, además de tener un excesivo aporte calórico, tienen una forma de vida esencialmente sedentaria, debe asociarse la práctica de ejercicio físico, que habrá de ser constante y progresivo.
- Empleo de fármacos: se han empleado diversos tipos de fármacos en el tratamiento de la obesidad. Orlistat inhibe parcialmente la acción de la lipasa pancreática. Sibutramina, a su vez, inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, incrementando el gasto calórico. Ambos fármacos consiguen el objetivo de facilitar una pérdida moderada de peso, empleados simultáneamente con dietas moderadamente hipocalóricas. Bajo ningún concepto puede recomendarse el empleo de píldoras adelgazantes que producen graves complicaciones endocrinológicas, cardiovasculares, electrolíticas y neuropsiquiátricas.
- Psicoterapia reglada: los resultados se obtienen mediante el empleo de técnicas de modificación de conducta, perfectamente estandarizadas, siendo los resultados más satisfactorios en aquellos paciente menos influenciables y dependientes de sucesos exteriores a ellos en el condicionamiento de su comportamiento alimenticio.
- Medidas de tratamiento quirúrgico: las posibilidades abarcan varios enfoques fisiopatológicos diferentes. Se puede actuar en la desconexión del eje hipotálamo-digestivo, consiguiéndose disminuciones significativas del apetito. También pueden utilizarse técnicas dirigidas a conseguir la disminución del volumen gástrico. El by-pass gástrico puede aplicarse dentro de las técnicas derivativas.
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